La Katana, o espada samurái, es la espada japonesa por excelencia y se conoce por ser un sable de filo único curvado ligeramente. Actualmente, se considera como el arma de mano más perfecta y efectiva con la que los japoneses lucharon durante largos periodos en Japón.
Hoy en día se conoce como un elemento primordial de decoración. Antes de explicar si estas espadas se pueden usar para decorar, se explicará la historia que hay detrás de estas majestuosas piezas. fig.1 Samurái con Katana Primero de todo, las katanas eran las pertenencias más valiosas de los guerreros japoneses porque eran su sello de distinción. En 1588, su uso era tan común entre samuráis que se declaró como privilegio exclusivo de esta clase guerrera. Las katanas tenían una función simbólica, que era la del ritual de “Hara-Kiri». Este consistía en clavarse el tantō de la espada por el lado izquierdo con el filo hacia la derecha, cortar hacia la derecha y luego volver al centro. Era un ritual por el cual los samuráis que perdían las batallas acababan con su vida. Debido al ritual, la katana es desde entonces un arma sagrada que representa los valores morales de los samuráis. Ya que, como se ha mencionado anteriormente, ahora se considera un objeto de decoración, se va a explicar su proceso de fabricación. Este consiste en cuatro partes principales:
fig.2 Tapa de la espada Como bien se ha podido observar, este proceso es igual para todo tipo de katanas. Sin embargo, las katanas decorativas se diferencian diametralmente de las katanas para artes marciales. Por lo tanto, esta es la única diferencia que existe entre katanas, ya que simplemente estas se colocan en el sitio deseado de la casa y se mantienen ahí. La katana es la combinación de tres elementos fundamentales: la belleza artística, la solidez y la precisión.
|