Actualmente, el incienso es muy común en las casas, tanto orientales como occidentales. Su utilidad es básica: aromatizar las viviendas. En muchos casos, el incienso se usa para decorar o para la práctica del yoga y la meditación.
Su estructura se compone de unas barritas humeantes que acaban en un palo, su forma es similar a la de una bengala. Como existen muchos tipos de incienso, los olores varían.
Aunque estos son conocidos por su olor y su peculiaridad, no mucha gente suele preguntarse su tradición e historia.
El incienso llegó a Japón con la introducción del budismo y los monjes precedentes de China. El budismo es y siempre ha sido una parte fundamental para los orientales, por lo tanto, estos usan el incienso para grandes ceremonias. Se cree que, usándolo en todos los espacios posibles como son los ritos religiosos, se purifica el aire, que hace que se cree un ambiente más sagrado.
Esto solo fue el principio y el uso del incienso empezó a incrementar por su olor y lo agradable que era tener esos olores tan tradicionales en sus propias casas. Por esto, ahora se ha creado una nueva ceremonia: Koh-Do o arte del incienso.
Existen diez virtudes que los japoneses otorgaron al incienso por su representación al país:
- Purifica la mente y el cuerpo
- Trae la comunicación con lo trascendente
- Elimina impurezas del ambiente
- Mantiene la alerta
- Acompaña la soledad de las personas
- Trae un momento de paz en una vida ocupada
- Nunca se cansa de usarlo
- Su eficacia perdura en el tiempo
- La edad no cambia su percepción
- Se puede usar todos los días, no hace daño
Su uso y conocimiento en Japón es grande. También, los países occidentales están empezando a usarlo frecuentemente ya que sus creadores se esfuerzan por conservar esta tradición y adaptarla a otros sitios.
Puede colocar el incienso en cualquier parte de la casa y verá que de un momento a otro le vendrá un aroma muy agradable.
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